Con el buen tiempo llegan las ganas de disfrutar del aire libre en el jardín de nuestra casa. Para que esos ratitos de exterior sean lo más agradables posible, el césped puede ser un gran aliado. Sin embargo, a muchos nos entran dudas cuando decidimos que ha llegado el momento de instalar una pradera verde. ¿Elijo césped natural o artificial? ¿Cuál es el más recomendable si tengo mascotas? ¿Qué tipo de instalación me conviene más? ¿Y si es para una zona de uso intensivo? Hoy en O Piñeiro te resolvemos algunas de las dudas más comunes sobre el césped.
¿Qué es el césped?
El césped es una hierba menuda y tupida que se normalmente se usa como tapizante. Es una de las mejores opciones para cubrir los suelos de exteriores como los de parques, jardines, terrazas, zonas comunitarias, instalaciones deportivas… y proporciona un valor tanto funcional como decorativo. Funcional porque protege el suelo de la degradación, proporciona una superficie más mullida y fresca sobre la que descansar u otorga un agarre adecuado. Y decorativa porque embellece cualquier exterior con sus variados tonos de verde y llena de naturaleza cualquier rincón.
Eligiendo el mejor césped
A la hora de seleccionar qué césped es el más conveniente para nuestro caso hay una serie de cosas que deberemos valorar primero: el uso que va a tener (no es lo mismo que sea para ocio, deporte o juegos o simplemente decorativo, ya que la hierba sufrirá de manera distinta el paso del tiempo), el mantemiento que le podemos dar (si tenemos tiempo y recursos para su cuidado) o el clima donde se va instalar (un clima cálido o frío influye en el crecimiento del césped y puede ser más o menos adecuado para según qué tipos de pradera). Todo eso nos dará las claves para no equivocarnos en la elección de nuestro césped.
Césped natural
El césped natural es la opción más habitual. Con él los suelos se ven más naturales, bonitos y saludables pero también exige más cuidados. Aunque su precio no es muy elevado, la cantidad de costes que implica su correcto mantenimiento (riego, segado, abonado, control de plagas,…) puede convertirlo en una opción no válida para presupuestos muy ajustados. Sin embargo, si estás dispuesto a darle los cuidados que merece, el césped natural te proporcionará muchas ventajas como su alto nivel de absorción de ruidos y polución, su capacidad para disipar el calor y su fácil adaptación a todas las esquinas y rincones. Además, este tipo de césped es capaz de autorregular su actividad bacteriana, lo que crea relaciones sanas entre los seres que lo habitan y su entorno.
Si quieres tener césped natural, existen varias maneras de instalarlo. La primera consiste en sembrar directamente, una tarea que requiere realizar una correcta preparación de la tierra y una adecuada plantación de las semillas. Este método implica que hay que tener paciencia y esperar a que el césped se desarrolle. Si no quieres esperar tienes otra opción, plantarlo directamente mediante tepes, que son una especie de rollos o planchas de césped ya desarrollado que se colocan sobre la tierra.
Césped artificial
El césped artificial ya no es lo que era; de hecho, en la actualidad existen opciones tan realistas que nos será difícil distinguirlo del natural a simple vista. Si no queremos gastar mucho tiempo y dinero, este tipo de césped es la mejor opción porque es más barato y no requiere los cuidados que exige una pradera natural; eso sí, habrá que darle un mínimo mantenimiento para mantenerlo higienizado y desenredado, motivo por el que no resulta la mejor solución si tienes mascotas (sus pelos quedarán constantemente enganchados en la superficie). El césped artificial también es la solución ideal para aquellos lugares donde es inviable poner hierba natural, como balcones, terrazas y otros rincones en los que el suelo no es adecuado.
Aunque es una solución muy práctica, hay que tener en cuenta que los materiales con los que está elaborado el césped artificial pueden calentarse demasiado si está muy expuesto al sol intenso. También pueden darse problemas de encharcamiento o despegado de trozos, sobre todo si no apostamos por una instalación profesional. Además, el césped artificial nunca nos va a resultar tan confortable y agradable como el natural, principalmente si la altura de las hebras es muy corta.
Ahora que ya sabes un poco más sobre el césped, seguro que ya tienes en mente cual es el que mejor se adapta a ti. Sea cual sea tu decisón, en Viveros O Piñeiro encontrarás la solución que necesitas, además de ofrecerte nuestro servicio de instalación para que no tengas que preocuparte por nada. ¡Nos vemos pronto!